viernes, 9 de marzo de 2018

Mi Primera Portable



Recuerdo que llovía y el olor a tierra mojada de los descampados de una pequeña ciudad que recorría desde el colegio a casa junto a mi madre, con ganas de llegar y ver la dos series que siempre me acompañaban al mediodía: Gárgolas y Momias Aquí.

 Momias Aquí

Gárgolas

Tras el almuerzo, mi madre me dijo que tenía un regalo para mí
Allí estaba, envuelto en un papel de regalo azul como el cielo en una tarde de verano, una caja rectangular sin más. Mi sorpresa fue enorme cuando desgarré con mis uñas aquella cinta adhesiva, la miraba y no me lo creía. Sí, allí estaba mi Game Boy, mi primera portable.

Enseguida quite el plástico que recubría la caja, saqué aquel pequeño bloque de color negro, con unas letras en violeta brillante que ponía: «Nintendo»


Estaba allí contemplando, como el ha descubierto una obra de arte y no se lo cree. Recuerdo que venía con un juego y que no entendía muy bien como jugar (Pipe Dream), pero igualmente me entretenía.




Después de ese juego llegaron muchos a mis manos pero el que siempre recordaré con especial sentimiento será Pokémon Amarillo, esos recreos cuando nos juntábamos para ver los avances que llevábamos, una época maravillosa que siempre recordaré con añoranza.
Gracias a esos amigos y compañeros de viaje que intentamos una y mil veces conseguir los 150 Pokémon para convertirnos en Ash Ketchum



Siempre recordaré que la Liga Pokémon Amarillo la gané con un Zapdos al nivel 75, una de las ligas más difíciles a las que he jugado 

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¡NOS VEMOS EN LA SIGUIENTE FASE!

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